sábado, 12 de diciembre de 2009

¿Futuro?

Esa palabra que nos preguntamos día a día con el paso de los años. Aquella que nos sume en un mar de dudas sobre que hacer? Cómo hacerlo? Cuándo? Porqué? Y nos hunde el corazón en un puño asfixiándonos, creando la vida un poco más complicada de lo que ya lo es. Un ejemplo claro podría ser el del camaleón, que cada cierto tiempo muda su piel, dejando con ella parte de su anterior vida, aquella que ya no le servía. Y digo yo.

No sería más fácil si tan solo pensáramos en vivir?

lunes, 7 de diciembre de 2009

El paso de los tiempos


La vejez. Una palabra bonita como un tanto agridulce a la vez. Esos pequeños bajitos con su piel alicaida a los que ya no les queda otra cosa que los recuerdos de un pasado que quedó muy lejos, casi en el olvido, y es que el simple hecho de plantearnos esta palabra no produce una sensación de punto y final en el cuento, el cuento de nuestra vida, lo cual no hace sentir tremendamente incómodos, afligidos, completamente inválidos.


Recuerdo como cuando era un niño me pasaba todo el dia trepando a los árboles, corriendo por el campo, y jugando sin descanso. ¿Seguro que también lo recordais no es así?


En estos momentos de mi vida ya me planteo esa palabra tan temida, y tan solo he alcanzado un cuarto de la que podría llegar a ser la totalidad de mi vida. Y es que no hace falta tener ochenta años para sentirse mayor, no creeis?


Poco a poco se nos va agotando la vida como si de un reloj de arena se tratara, en el cual cada hora, minuto y segundo cae un nuevo grano de arena que va descontando tiempo en esta escueta estancia, un viaje en el que nadie es mas viejo por contar más años, cosa que también resta, si no aquella que pierde la ilusión de cuando era un niño y tan solo se limita a recordar los "tiempos pasados".

domingo, 6 de diciembre de 2009

Los comienzos

Siempre se ha dicho que los principios nunca fueron fáciles, como los de un cuento o una novela, pero llega un momento en el que hay algo, una chispa, un destello, o simplemente algo que te revela aquello que siempre habías intuido pero que no eras capaz de vislumbrar. En ese preciso instante todo cambia haciendo que, las perspectivas que tenías sobre la realidad den un vuelco a tus sentidos y a tu percepción sobre el mundo, creando a su vez, un microcosmos el cual comienza a formar parte de tu nuevo pequeño habitáculo, el cual comenzará a formar parte de ti.




Os doy la bienvenida a mi pequeño habitáculo.

Ahora solo falta que busquéis la "chispa".